En el marco del Día Mundial del Medio Ambiente, el alcalde de Monterrey, Adrián de la Garza, presentó un proyecto que busca reforestar la ciudad con más de 85 mil árboles en tres años. Además de responder al evidente déficit de áreas verdes, esta estrategia se enlaza con nuevos esfuerzos por mejorar el transporte público y reducir la contaminación. Se trata de una apuesta concreta por hacer de Monterrey una ciudad más habitable.
Una Meta Verde Con Enfoque Comunitario
La imagen del alcalde sembrando un árbol en el Parque La Península marcó el inicio simbólico de este plan. En el Día Mundial del Medio Ambiente, el alcalde Adrián de la Garza anunció que Monterrey tiene una meta clara: plantar al menos 85 mil árboles, priorizando especies nativas y endémicas. No es solo una cifra: es una forma de recuperar lo que se ha perdido en años recientes a causa de la sequía, las heladas y el abandono de lo verde.
Durante su intervención, el alcalde mencionó que ya se han entregado 850 árboles en adopción, una práctica que implica más que plantarlos: quien lo recibe también asume el compromiso de cuidarlo. Este vínculo con el entorno es clave para que el programa tenga sentido a largo plazo. Los árboles no se plantan para la foto, sino para permanecer.
Estrategia Urbana Con Raíces Ambientales
El proyecto no se queda en los parques. La reforestación contempla intervenir distintas zonas de la ciudad, incluyendo aquellas donde la tierra suelta contribuye también a la contaminación del aire. En esas áreas, explicó el alcalde, se colocarán materiales que eviten que el polvo se eleve con el viento. Es una manera de pensar la ciudad desde lo cotidiano y lo físico: desde lo que respiramos, lo que pisamos, lo que nos rodea.
Una parte importante del programa consiste en aprovechar las obras viales e infraestructura en proceso. En lugar de limitarse al concreto, estas intervenciones incluirán áreas verdes y superficies que permitan reabsorber el agua de lluvia. En palabras del propio De la Garza: “Entre más asfalto hay, menos absorción existe”. No se trata de construir por construir, sino de usar la urbanización para recuperar también el equilibrio ecológico.
Además, el programa Recicla y Resuelve sigue en marcha. Cada mes, los vecinos pueden llevar materiales reciclables y, a cambio, reciben una planta. Las empresas que colaboran en estas acciones también participan activamente en la reforestación de espacios públicos o instalaciones propias. Es un modelo que mezcla educación ambiental con participación concreta.
Transporte Público Como Eje Ambiental
Durante el mismo evento, el alcalde habló sobre la necesidad de repensar la movilidad. Y lo dijo claro: cuando el transporte público funciona, menos personas recurren al auto. Eso, en términos ambientales, reduce la contaminación. En este sentido, adelantó que este mes arrancará el registro para la Tarjeta Regia, que facilitará el acceso a un sistema de transporte más ordenado.
Otra medida relevante será el inicio de la Regio Ruta, una nueva opción de traslado que durante su fase inicial será completamente gratuita. Esto no solo busca alivianar el gasto de los traslados, sino también incentivar su uso y generar un cambio de hábito colectivo. Es, también, una forma de reconocer que la calidad del aire no mejora con discursos, sino con decisiones logísticas y sociales bien tomadas.
Todo esto forma parte del programa Transformando Monterrey, que también incluye pintura de fachadas, rehabilitación de espacios públicos y el mejoramiento de viviendas. La idea, según se ha planteado desde la administración municipal, es atender no solo lo visible, sino lo que se habita.
Una Ciudad Más Verde Empieza Desde Casa
El municipio ha abierto la línea 072 para que cualquier persona interesada en adoptar un árbol pueda hacerlo. Lo importante no es solo plantarlo, sino entenderlo como parte del entorno. En muchos casos, explicó el alcalde, la falta de vegetación genera polvo, eleva las temperaturas y acentúa la sequía urbana. Por eso, el esfuerzo no se limita a sembrar: también se trata de cambiar materiales, reubicar prioridades y abrir más espacios para lo verde.
La campaña busca involucrar a toda la comunidad. Porque, en palabras simples, una ciudad más verde no depende solo del gobierno, sino de cada persona que elige cuidar, mantener y defender el espacio donde vive. Y eso incluye a quienes aceptan un árbol, a quienes se trasladan en transporte público, a quienes participan reciclando.
Con este programa, Monterrey da un paso firme hacia una reconexión con el medio ambiente, no como un lujo ni como una moda, sino como una parte básica de su proyecto de ciudad. El reto no es menor, pero está sobre la mesa. Y lo importante es que no se quede en una cifra o en un evento: que las raíces realmente se hundan, que los árboles crezcan y que la ciudad aprenda a respirar distinto.